jueves, 15 de agosto de 2013

BETAGLUCANO: LA FIBRA MILAGROSA CONTRA EL CÁNCER Y POTENCIADORA DEL SISTEMA INMUNE

Los betaglucanos son polisacáridos (un subgrupo de los hidratos de carbono), parientes de otras fibras solubles como la inulina o los fructooligosacáridos (FOS). Presentes sobre todo en la levadura de cerveza, en ciertos tipos de setas (shiitake, reishi…), y en cereales como la avena y el maíz, sus propiedades resultan muy provechosas.


 Los betaglucanos actúan estimulando los macrófagos del organismo (células «devoradoras» y de limpieza), capaces de reducir en pocas semanas  la cantidad de colesterol «malo» (LDL) en la sangre, además de eliminar la placa arteriosclerótica ya formada.

Las personas con un sistema imnunitario debilitado, afectadas repetidamente por catarros, gripes, neumonías o infecciones intestinales, pueden incluir alimentos con betaglucanos en su dieta habitual, pues aumentan las defensas del organismo.
Se ha comprobado científicamente que los betaglucanos previenen en gran medida la aparición y el desarrollo de tumores cancerígenos. Además, también incrementan la eficacia de la medicación de los enfermos oncológicos y reducen la toxicidad de este tipo de tratamientos.

Los betaglucanos se han demostrado excelentes antioxidantes, beneficiosos para la salud de las células atacadas por los radicales libres.

Además de estar disponible en los alimentos, el beta glucano se vende en forma de suplemento. Sus defensores afirman que los suplementos de beta glucano pueden ayudar con los problemas de salud tales como:
- Alergias
- Asma
- La enfermedad de Crohn
- El síndrome de fatiga crónica
- Diabetes
- Fibromialgia
- El colesterol alto
- La artritis reumatoide
- La colitis ulcerosa
El Beta glucano es también usado para fortalecer el sistema inmunológico y, a su vez, defenderse de los resfriados, la gripe, e incluso el cáncer. Además, el beta glucano aumenta las defensas del cuerpo contra los efectos dañinos del estrés.

He aquí un vistazo a algunas de las conclusiones clave del estudio sobre los beneficios posibles de beta-glucano:
1) El beta glucano y el colesterol
El beta glucano que se encuentra en la avena puede ayudar a mantener el colesterol bajo control, según un informe de Beta glucano reduce el colesterol 2011 de la revista Nutrition Reviews. En cuanto a los estudios realizados en los últimos 13 años, los autores del informe determinaron que la avena y los derivados de beta glucano puede reducir significativamente los niveles de colesterol total y LDL ("malo"). En promedio, señalan los autores, el consumo de avena al día se asocia con un 5 por ciento y 7 por ciento de reducción en los niveles de colesterol total y LDL, respectivamente.

2) El betaglucano y la diabetes
El Betaglucano podría ayudar a controlar la diabetes, una revisión de estudios de 2008 de la Salud y Gestión del Riesgo Vascular así lo sugiere. Análisis de investigaciones previas sobre el betaglucano y la diabetes, los autores de la revisión encontraron que la ingesta de betaglucano podría ayudar a proteger contra complicaciones de la diabetes mediante el control de los niveles de azúcar en la sangre, bajar el colesterol, y mantener la presión arterial bajo control.
3) El betaglucano y el cáncer

La investigación preliminar indica que el betaglucano puede activar una serie de células y proteínas que combaten el cáncer (por ejemplo, las células T y células asesinas naturales). Es más, estudios en animales han demostrado que el betaglucano podría inhibir la propagación de células cancerosas. 
4) El betaglucano y la inmunidad
El betaglucano puede acelerar el sistema inmunológico y evitar los resfriados, la gripe y otros tipos de infección. Sin embargo, algunas investigaciones preliminares sugieren que el betaglucano puede fortalecer el sistema inmunológico y eliminar virus.
En un estudio de 2004 de Medicina y Ciencia en Deportes y Ejercicio, por ejemplo, las pruebas en ratones mostraron que el betaglucano puede compensar los efectos negativos del estrés inducido por el ejercicio y aumentar la defensa del sistema inmune contra las infecciones de las vías respiratorias.

Muchos suplementos de betaglucano se encuentran en sustancias como la levadura de panadería. Otros contienen hongos medicinales como el shiitake y el maitake (ambos se encuentran y son ricos en betaglucano). Una serie de estudios sugieren que puede ayudar a aumentar la inmunidad.

Aunque el betaglucano es generalmente considerado seguro, hay cierta preocupación de que puede reducir el azúcar en la sangre. Por lo tanto, las personas con hipoglucemia (o cualquiera que tome medicamentos para reducir el azúcar en la sangre) deben consultar a un médico antes de usar betaglucano.

El aumento del consumo de betaglucano (incluyendo avena, la cebada, y los hongos medicinales en su dieta) puede ayudar a mejorar la salud en general.
El betaglucano es el principal componente de la fibra de algunos cereales como la avena (Avena sativa). Es un polisacárido no amiláceo lineal compuesto por moléculas de glucosa unidas por enlaces beta (1->4) y cada 2 ó 3 unidades por enlaces sencillos beta (1->3). Los enlaces beta no pueden ser hidrolizados por los sistemas enzimáticos intestinales por lo que estos polímeros se denominan hidratos de carbono no digeribles y forman parte de la fibra dietética. Otra peculiaridad importante del betaglucano son las numerosas uniones beta (1->3) que producen irregularidades en su estructura haciendo que el polímero sea flexible y son las que contribuyen a su alta solubilidad en agua y sobre todo a su gran viscosidad. Esta característica, su alta viscosidad, no compartida con otras fibras solubles, es en gran medida la responsable de su efecto sobre el metabolismo de lípidos y de hidratos de carbono.

En la década de 1960 dos grupos de investigadores holandeses (DeGroot y col., 1963 y Luyken y col., 1965) fueron los primeros en observar que la adición de avena a la dieta daba lugar a una disminución de los niveles de colesterol en sangre gracias a su contenido en betaglucano. Desde entonces se ha investigado ampliamente la relación entre avena y colesterol. En 1992, Ripsin y col., revisan toda la información científica disponible hasta ese momento y concluyen que la fibra soluble de la avena reduce rápida (en tan sólo 3 semanas) y significativamente los niveles de colesterol. De los resultados de este meta-análisis se estimó que el consumo diario de unos 3 g de fibra viscosa reducía el colesterol sanguíneo en unos 5.9 mg/dL en personas con niveles de colesterol normales y en unos 18.6 mg/dL en aquellas que tenían niveles altos de colesterol. La evidencia científica indica que 5-10 g/día de fibra viscosa (betaglucano) puede reducir LDL-colesterol en un 5%. 

La FDA americana permite que el salvado de avena sea registrado como el primer alimento que reduce el colesterol y establece una normativa que regula el uso de alegaciones en el etiquetado sobre avena integral y sus derivados y la fibra soluble que contienen.  “Una dieta alta en fibra soluble de avena integral y baja en grasa saturada y colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón” aconsejando una ingesta de al menos 3 g/día de betaglucano para conseguir reducciones significativas. Además, el “National Cholesterol Education Program” (NCEP), Adult Treatment Panel III (ATP III) (2001) en su tercer y último documento recomienda, como una opción terapéutica para disminuir el colesterol, incrementar el consumo de fibra viscosa (soluble) y concretamente de betaglucano. Señala que un incremento de 5-10 gramos/día de fibra viscosa (betaglucano) reduce LDL-colesterol en un 5%. Incluso cantidades de 10-25 g/día pueden ser beneficiosas.

La capacidad del betaglucano para reducir los niveles de colesterol está relacionada con dos de sus características, su viscosidad y su fermentabilidad. De esta manera: (1) reduce la absorción de colesterol y aumenta su eliminación fecal, (2) aumenta también la eliminación de ácidos biliares que son la vía de eliminación del colesterol y (3) reduce la síntesis hepática (endógena) de colesterol. El principal mecanismo se debe a su capacidad para formar geles viscosos que atrapan a los ácidos biliares en el intestino, reduciendo su circulación enterohepática y reutilización y aumentando su eliminación por las heces. Los ácidos biliares, que se sintetizan en el hígado a partir de colesterol, son necesarios para la digestión y absorción de la grasa de los alimentos. Por tanto, esta mayor eliminación de ácidos biliares provocada por la presencia del betaglucano, reduce la absorción de grasas y colesterol en el intestino. Además, el hígado tiene que producir más ácidos biliares y para ello utiliza el colesterol de la sangre, con lo que finalmente se reducen los niveles de colesterol.

 Por otro lado, el betaglucano, también por su viscosidad, forma una fina capa que tapiza las paredes del intestino y esta capa actúa como una barrera física reduciendo la absorción del colesterol de los alimentos y favoreciendo aún más la pérdida de bilis por heces optimizando el mecanismo anterior. Además, el betaglucano, también reduce la síntesis hepática (endógena) de colesterol.  Esta acción está mediada por:
-    Menor tasa de absorción de glucosa inducida por betaglucano y la menor secreción de insulina.
-    Producción de ácidos grasos de cadena corta (por la fermentación en el colon de la fibra soluble), como acetato y propionato, que inhiben la síntesis hepática de colesterol.
Recientes estudios asocian el consumo de este tipo de fibra soluble, abundante en el salvado de avena, con una mejoría en la regulación de la glucemia y de los niveles de colesterol plasmático

Control de los azúcares
La capacidad de los betaglucanos para atenuar el aumento post prandial de la glucemia, es decir, la subida de los niveles de glucosa en sangre después de las comidas, o incluso para reducir la glucemia como factor preventivo del riesgo de diabetes tipo 2 se está estudiando a fondo desde hace más de una década. En todos estos años son diversos los estudios controlados con placebo llevados a cabo desde diversas instituciones y universidades.

Betaglucanos e índice glicémico
El índice glicémico de los alimentos es un parámetro que informa sobre el ritmo de absorción intestinal de los azúcares que componen los distintos alimentos. Este índice es importante en caso de diabetes, enfermedad en la que se deben evitar aquellos alimentos dulces o ricos en carbohidratos cuyo consumo provoca subidas bruscas de glucosa en sangre.
Cuando tomamos cualquier alimento rico en glúcidos o carbohidratos, los niveles de glucosa en sangre se incrementan progresivamente según se digieren y asimilan los almidones y azúcares que contienen. La velocidad a la que se absorben los glúcidos depende del tipo de nutrientes que componen el alimento, como puede ser la cantidad de fibra o de proteínas, la composición total de la comida durante la digestión, la cantidad de comida, así como el índice glicémico del alimento.

Comer alimentos de bajo índice glicémico, como los panes de centeno o de avena o las legumbres, entre otros, puede ser de ayuda en la prevención y el tratamiento dietético de la diabetes, ya que la absorción intestinal de sus carbohidratos es más lenta lo que conduce a una elevación mantenida y constante de la glucemia.


El beta-glucano ayuda a reforzar el sistema inmune de los deportistas
Los investigadores de la Universidad de Houston reclutaron 182 corredores de maratón y de manera aleatoria les fueron asignadas dosis de 250 mg/día de Wellmune soluble, Wellmune disperso, y un placebo de arroz durante las cuatro semanas siguientes a la maratón.
De acuerdo a esta investigación las carreras de maratón suponen un estrés profundo en el cuerpo. Ese estrés se manifiesta en forma de dolor muscular, fatiga, y debilitamiento del sistema inmune. Es muy común que los corredores de maratón desarrollen una infección del tracto respiratorio en los días y semanas siguientes a la realización de un maratón.

En función de su origen, se pueden clasificar en fitoquímicos (engloban sustancias como lignanos, isoflavonas, fenoles, etc.), zooquímicos (folatos, ácidos grasos omega 3, ácido linoleico, etc.) y fungoquímicos. A este último grupo pertenecen los lentinanos, esquizofilanos y otros compuestos polisacáridos, comunes en la estructura molecular de setas como Shiitake, Maitake, Reishi, etc.
Los ß-glucanos (beta-glucanos) también son polisacáridos presentes en la estructura molecular de las setas y en la de algunos cereales y vegetales. Según diversos estudios, la ingesta habitual de alimentos ricos en ß-glucanos tiene efectos sobre el perfil cardiovascular y glucémico. Además, al tratarse de fibras, su consumo sacia y reduce la sensación de apetito.
Dosificación
Existen en el mercado preparados concentrados de esta fibra, en comprimidos, cápsulas o inyectables. La dosis media recomendada es de 2 a 3 mg diarios por kilo de peso. Únicamente las personas que padecen infecciones por hongos (candidiasis) deberán asegurarse de que los suplementos de betaglucanos que compran no proceden de levaduras (de cerveza o de pan).

domingo, 11 de agosto de 2013

EL COLESTEROL Y LAS ENFERMEDADES CORONARIAS

POR EL   DR. DWIGHT LUNDELL  jefe del Servicio de Cirugía Coronaria en el hospital Banner Heart Hospital , Mesa , AZ. Recientemente dejó la cirugía para centrarse en el tratamiento nutricional de las enfermedades cardíacas. Es el fundador de Healthy Humans Foundation, que promueve la salud humana mediante un enfoque que ayude a las Corporaciones a promover la salud. Es también autor de "The Cure for Heart Disease" and "The Great Cholesterol Lie."             
Un cirujano reconocido mundialmente expone la verdadera causa de las enfermedades coronarias:

"Nosotros, los médicos, con toda nuestra formación, los conocimientos y la autoridad que uno va adquiriendo, tendemos a aumentar nuestro ego y difícilmente admitimos que nos hemos equivocado. Y sin embargo, tengo que confesar que me he equivocado. Como cirujano del corazón, con 25 años de experiencia, con más de 5000 cirugías realizadas de corazón abierto, hoy ha llegado el momento de reparar el daño mediante los hechos médicos y científicos.
He estado formando durante muchos años a otros médicos, de esos a los que luego se etiqueta como "formadores de opinión". Asediados por la literatura científica, asistiendo de forma continua a seminarios, los creadores de opinión han insistido en que las enfermedades coronarias son el resultado del simple hecho de tener unos niveles de colesterol muy elevados en sangre.
La única terapia aceptada ha sido la de prescribir medicamentos para bajar el colesterol y una dieta muy restringida en grasas. Un menor consumo de grasas traería consigo una disminución en la cantidad de colesterol y se reducían las enfermedades coronarias. Cualquier desviación de estas recomendaciones se consideraba una herejía y daba lugar a la realización de malas prácticas médicas.

 ¡Pero no está funcionado!
Estas recomendaciones no son ni científicamente ni moralmente defendibles. El descubrimiento hace unos años de que es la inflamación en la pared arterial la causa real de la enfermedad cardíaca, es lo que poco a poco está dando lugar a un cambio de paradigma en la forma en que son tratadas las enfermedades cardíacas y otras dolencias crónicas.
Las recomendaciones dietéticas establecidas desde hace mucho tiempo han provocado epidemias de obesidad y de diabetes, consecuencias que empequeñecen cualquier otra plaga histórica en términos de mortalidad, sufrimiento humano y de graves consecuencias económicas.

A pesar de que el 25% de la población toma costosos medicamentos a base de estatinas, y a pesar del hecho de que hemos reducido la cantidad de grasa presente en nuestra dieta, cada vez mueren más personas por enfermedades que afectan al corazón.
Las estadísticas de la American Heart Association indican que 75 millones de estadounidenses sufren enfermedades cardíacas, que 20 millones padecen diabetes y 57 millones pre-diabetes. Estos trastornos afectan cada vez a personas más jóvenes, en mayor número cada año.
En pocas palabras, sin la inflamación corporal no es posible que se acumule el colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos y se causen de este modo enfermedades cardíacas y apoplejías. Sin inflamación, el colesterol se mueve libremente por todo el cuerpo; es la inflamación lo que hace que el colesterol quede atrapado.

La inflamación no es un proceso complejo, se trata simplemente de una reacción natural del cuerpo ante invasores extraños, tales como bacterias, toxinas o virus. El ciclo inflamatorio es una forma de proteger al cuerpo ante invasores bacterianos y virales. Sin embargo, si se expone de forma crónica a nuestro organismo a toxinas o alimentos que el cuerpo humano no está preparado para procesar, se produce entonces una inflamación crónica. La inflamación crónica es tan dañina como beneficiosa una inflamación aguda.
¿Qué persona sensata se expondría de forma intencionada en repetidas ocasiones a alimentos u otras sustancias que sabe le causan daño corporal? Bueno, quizás los fumadores, pero al menos se trata de una decisión voluntaria.

El resto nos limitamos a seguir la dieta recomendada, baja en grasas y alta en grasas poliinsaturadas y carbohidratos, sin saber que estamos causando repetidas agresiones a nuestros vasos sanguíneos. Esta agresión repetida produce una inflamación crónica que conduce a la enfermedad cardíaca, a los accidentes cerebro vasculares, a la diabetes y la obesidad.
Permítanme que se lo repita: la lesión e inflamación de nuestros vasos sanguíneos está causada por una dieta baja en grasas, algo recomendado durante años por la medicina convencional.
¿Cuáles son los mayores culpables de la inflamación crónica? En pocas palabras, la sobrecarga de hidratos de carbono simples y alimentos muy procesados (azúcar, harina y todos los productos derivados) y un exceso de consumo de aceites vegetales con omega-6, tales como aceites de soja, maíz y girasol, que se encuentran presentes en muchos alimentos procesados.

Visualice lo siguiente: un cepillo duro que repetidamente se frota sobre la piel hasta que ésta enrojece y sangra, esto durante varias veces al día, así diariamente durante 5 años. Si se tolerase este cepillado, se produciría sangrado, hinchazón de la zona afectada, que cada vez sería peor a medida que repite la agresión. Esta es una buena forma de visualizar el proceso inflamatorio, y es lo que podría estar pasando en su cuerpo ahora mismo.
Independiente de dónde se produzca el proceso inflamatorio, bien interna o externamente, es lo mismo. He observado el interior de miles y miles de arterias. Una arteria enferma se ve como si alguien hubiese cogido un cepillo y lo hubiese frotado varias veces contra las paredes. Varias veces al día, todos los días, los alimentos que comemos producen pequeñas lesiones, sobre las que se producen otras, de modo que es la causa de que nuestro cuerpo responda de forma continua con inflamación.

A pesar de que resulta tentador saborear los dulces, nuestros cuerpos responden de forma alarmante, como si un invasor extraño nos declarase la guerra. Los alimentos están cargados de azúcar, carbohidratos simples, o procesados con omega-6, uno de los pilares de la dieta norteamericana durante varias décadas. Estos alimentos nos envenenan lentamente a todos.
¿Cómo un simple dulce produce una cascada de inflamaciones que hace que el cuerpo enferme?

Imagínese que rocía el teclado con miel; esto es una representación visual de lo que ocurre dentro de la célula. Cuando consumimos hidratos de carbono simples, tales como el azúcar, los niveles de azúcar en la sangre se elevan rápidamente. Como respuesta, el páncreas segrega insulina, cuya misión principal es que el azúcar llegue a todas las células donde se almacena la energía. Pero si la célula está llena, si no necesita más glucosa, se rechaza el exceso para evitar una disfunción de los procesos que se llevan a cabo en su interior.
Cuando las células rechazan el exceso de glucosa, se elevan los niveles de azúcar en sangre, aumentando la producción de insulina, y se almacena en forma de grasa.

¿Qué tiene que ver todo esto con la inflamación? La cantidad de azúcar en sangre se controla entre unos valores máximos y mínimos muy estrechos. Las moléculas de azúcar se unen a una amplia variedad de proteínas, que lesionan las paredes de los vasos sanguíneos. Esta lesión repetida de las paredes de los vasos sanguíneos desencadena la inflamación. Cuando sube el nivel de azúcar en sangre varias veces al día, todos los días, es como frotar con papel de lija el delicado interior de los vasos sanguíneos.
Si bien no puede observarlo, puede estar seguro de que ocurre así. Lo he visto en más de 5000 pacientes sometidos a cirugía durante los 25 años que llevo ejerciendo. Todos ellos tenían un denominador común: la inflamación de las arterias.

Volvamos al asunto de los dulces. Bajo su inocente aspecto, no sólo contienen azúcar, sino que también están elaborados con ácidos grasos omega-6, tales como los provenientes de la soja. Las patatas fritas se fríen con aceite de soja, muchos alimentos procesados se fabrican con ácidos grasos omega-6, para que así tengan más larga duración. Mientras que las grasas omega-6 son esenciales al formar parte de la membrana celular, y así controlar lo que entra y sale de la célula, deben estar en un equilibrio adecuado con los omega-3.
Si este equilibrio se rompe por el consumo excesivo de ácidos grasos omega-6, la membrana de la célula produce unas sustancias químicas denominadas citoquinas, que causan directamente inflamación.


Hoy en día, la dieta suele producir un desequilibrio muy grande entre estos dos tipos de ácidos grasos. La relación de desequilibrio puede estar en torno de 15:1, o incluso de 30:1 en favor de los ácidos grasos omega-6. Esto produce una enorme cantidad de citoquinas que causan la inflamación. Lo ideal sería una proporción de 3:1 para que fuese saludable.
Para empeorar aún más las cosas, el sobrepeso produce una sobrecarga de células grasas que vierten grandes cantidades de productos químicos pro-inflamatorios, lo que se suma a las lesiones causadas por los altos niveles de azúcar en sangre. El proceso que comenzó consumiendo productos dulces se convierte en un círculo vicioso que con el tiempo genera una enfermedad cardíaca, elevada presión arterial, diabetes, y por último, Alzheimer, si el proceso inflamatorio no disminuye.

No se puede olvidar el hecho de que cuanto más se consumen alimentos procesados, más se dispara la inflamación, un poco cada día. El cuerpo humano no puede procesar, ni fue diseñado para consumir, los alimentos envasados con azúcar y preparados con ácidos grasos omega-6.
No hay otra solución para disminuir la inflamación que consumir los alimentos lo más cercano posible a su estado natural.
Para reconstruir un músculo, se deben consumir más proteínas. Para tener energía elija carbohidratos complejos, tales como los presentes en frutas, verduras y granos integrales. Reduzca o elimine el consumo de los ácidos grasos omega-6, tales como el aceite de maíz y soja, y los alimentos procesados que se han elaborado con estos aceites.

Una cucharada de aceite de maíz contiene 7,280 mg de ácidos grasos omega-6; la soja 6,949 mg. En su lugar, utilice aceite de oliva o mantequilla, procedente de animales alimentados con pasto.
Las grasas animales contienen menos del 20% de omega-6 y son mucho menos propensas a producir inflamación que los aceites poliinsaturados, de los que se dicen que son supuestamente saludables. No es cierto que las grasas saturadas produzcan enfermedades cardíacas. Tampoco aumentan en exceso los niveles de colesterol en la sangre. Ahora sabemos que el colesterol no es la causa de la enfermedad cardíaca, así que la preocupación por las grasas saturadas resulta absurda hoy en día.

La teoría del colesterol llevó a recomendar alimentos sin grasa, con pocas calorías, lo que trajo consigo el consumo de otros alimentos que han causado esta epidemia de inflamaciones. La medicina convencional cometió un tremendo error cuando aconsejó a la gente que evitara las grasas saturadas en favor de los alimentos ricos en ácidos grasos omega-6. Ahora tenemos una epidemia de inflamación de las arterias, que conduce a enfermedad cardíaca y otras muertes silenciosas.
Lo que usted puede hacer es consumir alimentos integrales, de los que su abuela sabía, y no esta moda de consumir tantos alimentos procesados. Eliminando los alimentos que producen inflamación y añadiendo los nutrientes esenciales presentes en los alimentos frescos no elaborados, se revertirían los daños en las arterias y en todo su cuerpo.





martes, 6 de agosto de 2013

LA VITAMINA E CONTRA EL ENVEJECIMIENTO

LA DOSIS DE LA DISCORDIA 
Desde que Linus Pauling (doble premio nobel) anunció que tomaba 800 UI diarias de vitamina E desde hacía veintisiete años y que a los 93 se sentía mejor que nunca, revolucionó el consumo de vitaminas. Las publicaciones de medicina se transformaron en el campo de batalla de los defensores de una y otra teoría, y en el medio, como siempre, quedó el consumidor. Nadie pone en duda las virtudes de la vitamina E para retrasar el proceso natural de envejecimiento. Lo que sí se discute es la dosis necesaria.

Por un lado, los médicos tradicionales se limitan a recomendar 30 UI diarias, como sugiere la FNB. Por otro, los representantes de la escuela médica avanzada, con Linus Pauling a la cabeza, insisten en que esa dosis es demasiado baja como para marcar diferencias en el individuo adulto. Recomiendan de 400 a 800 UI. Por más que a sus detractores les pese, la FDA (Food and Drugs Administration) aprobó la fabricación de cápsulas de 1.000 UI cada una. Para que quede más claro: la megadosis no está prohibida.
El mejor ejemplo de Pauling es él mismo: "...si no llego a los cien años, es porque empecé a tomar la megadosis tarde, a los sesenta y cinco, cuando mi cuerpo ya estaba envejecido".

La vejez empieza desde el momento mismo del nacimiento. A partir de los 35 años se acelera. Esa es la edad ideal, según Pauling, para empezar a atacarla. Cuanto antes se empiece, mejores serán los resultados.
El mismísimo doctor Pauling contestó sobre su descubrimiento, a todas las dudas que se generaron:

- ¿Cómo puede una vitamina evitar la vejez?
- La propiedad de la Vitamina E es neutralizar la acción de los radicales libres. Estos son los elementos que se nutren del oxígeno del cuerpo y lo desgastan en forma continua, produciendo el envejecimiento. La vitamina E les quita el poder agresivo a los radicales libres, los "atrapa", y se revierte su efecto.

LA CAPSULA DE LA JUVENTUD 
- ¿Qué es exactamente la vitamina E?
- La vitamina E es un antioxidante. Es indispensable para el cuerpo porque es la única sustancia liposoluble que mejora la capacidad del organismo para utilizar el oxígeno.
- ¿Se animaría a afirmar que es "la cápsula milagrosa de la juventud"?
- Como científico no estoy acostumbrado a usar esos términos. Pero puedo afirmar que creo en las virtudes de la vitamina E tanto como creo en las de la C. Y lo he dicho en muchos trabajos científicos que llevan mi firma. En cuanto a lo de "fuente de la juventud"', en parte es cierto. La vitamina E, administrada en la dosis correcta, puede retrasar el proceso de envejecimiento hasta 25 años.
- ¿Cuánto dura el tratamiento?
- La vitamina E no es sólo un tratamiento de cura. También es preventivo, por su acción antioxidante. Y dura todo lo que uno quiera. Depende del tiempo que se tome. Se puede tomar toda la vida. Yo lo hago desde hace veintisiete años, y pienso seguir toda mi vida.

- ¿Existe el riesgo que uno se habitúe o se haga adicto a la vitamina E?
- No, la vitamina E puede producir la misma adicción que tomar helados.
- ¿Engorda?
- Las vitaminas en general no engordan. La E tampoco.
- ¿Que cantidad de vitamina E recomienda?
- Para un adulto, 800 miligramos o UI diarias. No hay problemas de sobredosis porque la E no es tóxica. Es la única liposoluble con toxicidad nula comprobada. No tiene efectos colaterales ni contraindicaciones.

- ¿En qué alimentos se encuentra la vitamina E?
- En la cantidad necesaria para marcar diferencias, en ninguno. La vitamina E está en frutas y verduras, pero en bajas cantidades.

- Dígame tres ventajas y tres desventajas de la vitamina E.
- Ventajas: es un tratamiento natural, no es costoso y es inofensivo. ¿Desventajas? No se me ocurre ninguna.

- A los 93 años, usted está fantástico. ¿Se debe a este tratamiento?
- Sí. Y a algo más. Tomo varios comprimidos por día: una cápsula de vitamina E de 800 UI, un comprimido del complejo B, uno de minerales y una cápsula de 25.000 UI de vitamina Betacaroteno. Y antes del desayuno, 2000 mg de vitamina C. 

- Un hombre con su trayectoria, ¿no se siente ofendido cuando no creen en sus teorías?
- Estoy acostumbrado a que se tomen mis ideas con escepticismo. A que se discutan mis descubrimientos y se ponga en tela de juicio lo que digo. El tiempo confirmará que tengo razón ahora con la vitamina E, como la tenía en la década del 60 con la C, y al principio tampoco me creían. Un amigo siempre me dice que el problema no es lo que yo digo, sino que lo digo 20 años antes.

"NO ES NEGOCIO PARA NADIE" 
- ¿Por qué hay tanta resistencia en la comunidad médica a sus megadosis?
- Porque la vitamina E es  barata. No es negocio para ningún laboratorio internacional producirla. Además, ni siquiera se la puede patentar como marca registrada porque es un elemento que existe en la naturaleza. Como se ve, la vitamina no es un buen negocio...

- ¿Siente que esta vez es un muro demasiado alto como para conseguir pasarlo?
- Nunca me dejé influenciar por conceptos establecidos cuando estaban en conflicto con mis propias convicciones. Con la vitamina E y su rol para retrasar el proceso de envejecimiento, insisto en las megadosis. Soy un pensador independiente y no me quedo con lo que dicen los demás.

"EL TIEMPO ME DARÁ LA RAZÓN" 
- ¿Cree que reconocerán su teoría algún día?
- En mi opinión, las autoridades de la Food and Nutri-tion Board se equivocan con la dosis de 30 UI de vitamina E. Están tan equivocados ahora con esto como lo estaban hace 20 años con la C. El tiempo confirmará que la E es un excelente antioxidante en dosis diarias de 800 UI, así como confirmó que yo tenía razón y y la C es una excelente vitamina. Las dos trabajan juntas para un objetivo común; prolongar la juventud.

- ¿Cómo ve a los científicos de hoy en comparación con los de su generación?
- No los comprendo. Hoy no piensan. Simplemente ponen el cristal o la sustancia a analizar dentro de un aparato mecánico, conectan éste a una computadora que deduce la estructura y hasta transcribe los resultados en forma de trabajos científicos listos para publicar. En mi época no era así. Yo me pasé muchas horas de mi vida en un laboratorio haciendo cálculos. No tocando botones. Por eso puedo hablar de este tema. Tengo experiencia y puedo mostrar resultados. (Linus Pauling, doble premio nobel)

FACTOR DE TRANSFERENCIA , EL SISTEMA INMUNE Y EL CÁNCER

FACTOR DE TRANSFERENCIA (CARACTERÍSTICAS, PROPIEDADES E INDICACIONES):

La salud y calidad de vida están influenciadas en gran medida por el buen funcionamiento de nuestro sistema inmune. Por otro lado, sabemos que en la actualidad existen muchos factores que contribuyen a debilitar las defensas de nuestro cuerpo.
Desde la antigüedad el hombre ha utilizado complementos dietéticos para reforzar su organismo, y posiblemente el complemento más antiguo puede encontrarse en el calostro, que todos los mamíferos aportan al amamantar a sus crías.

¿QUE ES EL FACTOR DE TRANSFERENCIA?
La primera leche de los mamíferos contiene de forma natural los factores de transferencia que reflejan su experiencia o "memoria" inmunológica. Si el recién nacido puede ser amamantado, su inmunidad inicial queda establecida rápidamente gracias a la "información" contenida en el calostro.
Los factores de transferencia son universalmente efectivos y no son relevantes las diferencias entre las especies del donante y el receptor, ya que son un componenente esencial incluso de los sitemas inmunes más primitivos y menos desarrollados. Es además un superalimento graso.
Los factores de transferencia tienen un tamaño pequeño, lo que ayuda a que no sean alergénicos.

Un principio esencial del sistema inmune es que debe ser capaz de responder rápida y específicamente, pero de forma controlada para no responder en exceso con el riesgo de que se ataque a los tejidos normales.
Las preparaciones del Factor de Transferencia constan de tres fracciones identificables nombradas por sus efectos descubiertos en el sistema inmune: inductor, antígenos específico y supresor.
La fracción inductora favorece un estado de rapidez en la acción del sistema inmune, la fracción antígena específica es un "archivo" de identificación de enemigos del sistema inmune y es específica de cada especie. La fracción supresora es responsable de controlar la respuesta inmune que pueden dar lugar a desórdenes autoinmunes. Tanto la fracción inductora como la supresora no son específicas de cada especie y son universalmente efectivos.
El factor de transferencia enseña a un sistema inmune menos competente cómo protegerse mejor a sí mismo. Por ejemplo, los factores de transferencia son pasados de las madres a sus descendientes a través del calostro que está en su leche transfiriendo así su inmunidad.

Los factores de transferencia son pequeñas moléculas mensajeras que transfieren señáles de reconocimiento inmunológico entre células del sistema inmune llamadas ingenuas, educándolas para enfrentarse a la infección. Los factores de transferencia desarrollan, en cierto sentido, un papel catalítico en el sistema inmune, provocando el efecto sin ser consumido.
LA LACTOFERRINA:
La lactoferrina es una proteína encontrada en el calostro que se une al hierro. Debido a esta propiedad, tiene acción bacteriostática ya que retiene el hierro que las bacterias utilizarían para desarrollarse.
El sistema inmune es una sofisticada red de células y moléculas que se esfuerzan constantemente para mantener nuestra salud e integridad física luchando contra ataques de virus y bacterias. Estos microorganismos y nuestras propias células cancerígenas utilizan un conjunto de técnicas para evitar nuestra respuesta inmune y poder seguir su expansión. Los factores de transferencia ejercen un impacto triple sobre las células inmunes a través de las acciones del inductor, supresor y antígeno específico sobre las células T auxiliares y supresoras, y los linfocitos T citotóxicos respectivamente, usando diferentes mecanismos.

El factor de transferencia obtenido de calostro eleva la actividad de las células NaturalKiller en un 103% sobre los valores base, este valor se ve significativamente aumentado al combinar el factor de transferencia con beta-glucanos.
La más valiosa de las "armas inmunológicas" que contiene el calostro son los factores de transferencia. Los científicos han identificado los factores de transferencia como una parte vital de la habilidad de nuestro sistema inmunológico para enfrentarse con amenazas externas. Los factores de transferencia tienen tres funciones principales:
* Reconocer * Responder * Recordar.
Historia de los factores de transferencia
Los factores de transferencia fueron descubiertos en 1949 por el doctor H. Sherwood Lawrence. Llegó a la conclusión de que el extracto contenía un factor capaz de transferir la inmunidad del donante al recipiente.

Lawrence denominó esta sustancia factor de transferencia.
Desde su descubrimiento se han gastado aproximadamente unos 40 millones de dólares en investigaciones sobre los factores de transferencia, dando como resultado más de 3.000 estudios clínicos.
Los factores de transferencia es el descubrimiento medico del siglo XXI
Ha habido un gran acontecimiento en investigaciones nutricionales: después de cuatro décadas de investigaciones y muchos millones invertidos, como nunca antes visto, los factores de transferencia han sido aislados y extraídos para propósitos terapéuticos.
Los beneficios de los factores de transferencia han sido revisados y las ponencias del XI Simposio Internacional sobre el factor de transferencia llevado a cabo del 1 al 3 de Marzo de 1999 en la ciudad de Monterrey México han sido publicados. Estos reportes abarcan el exitoso uso de los factores de transferencia en la atención de enfermedades virales, parasitarias, fúngicas, malignas, neurológicas y enfermedades autoinmunes.
Cada tres años la sociedad internacional del factor de transferencia promueve un simposio internacional para reportar, revisar y discutir sobre los hallazgos en la investigación del factor de transferencia de los anteriores tres años. Todas las ponencias pueden ser revisadas en la página de medline en Internet, es importante hacer saber que científicos mexicanos han presentado diversos trabajos acerca del factor de transferencia en este congreso tal como el del Doctor Sergio Estrada Parra quien ha patentado en México un proceso para obtener factor de transferencia de la sangre quien por muchos años ha utilizado efectivamente los factores de transferencia en el tratamiento de diversos padecimientos tales como el asma bronquial alérgico, la dermatitis utópica y herpes zoster con muy buenos resultados.

Pruebas inmunológicas recientes sobre suplementos alimenticios.
La mayoría de los productos potentes probados aumentó la actividad de las células natural killer en un 48.6 por ciento.
El factor de transferencia obtenido del calostro fue probado individualmente y se encontró que elevaba la actividad de las células natural killer en un 103 por ciento sobre los valores base.
Cuando el factor de transferencia fue combinado con  los beta-glucanos de fuentes múltiples, Acemanano e IP6, el resultado fue un incremento sinergístico de la actividad de las células natural killer del 248 por ciento sobre los valores base. 

Las pruebas in vitro no revelaron toxicidad mensurable aún en concentraciones mucho más allá de cualquier que podría ser logrado in vivo.
Las células inmunes pueden ser separadas en diferentes clases de células. Si una sustancia produce respuestas diferentes de células inmunes, esto indica que la sustancia es un modulador inmune en vez de un supresor estricto puede conducir al cansancio excesivo del sistema inmune y la supresión inmune estricta puede conducir al compromiso inmune y la ineficacia.
Los factores de transferencia y la combinación citada anteriormente del factor de transferencia ambas actúan como moduladores inmunes y no solamente como estimuladores inmunes. El producto de combinación también retuvo un efecto modulatorio inmune en vez de un efecto estimulatorio inmune estricto. Esto indica el papel dominante del factor de transferencia en el producto de combinación.
Estos hechos dan a conocer el potencial de apoyo que da una nutrición aumentada para el funcionamiento óptimo de un sistema inmune.

Todo tiene que ver con el sistema inmune
La mayoría de los científicos están de acuerdo en que nuestro sistema inmune es posiblemente la más grande defensa en contra de las enfermedades. Nuestro sistema inmune es más complejo que los antibióticos u otro tipo de medicinas.
Cuando caemos enfermos, es generalmente porque nuestro sistema ha fallado. Nuestro sistema inmunológico ha sido debilitado por la contaminación, químicos, stress, una dieta pobre, bombardeo por fuerzas electromagnéticas, y muchos otros factores que diariamente enfrentamos.
Los factores de transferencia son pequeños pépticos, compuestos de 40 aminoácidos que almacenan toda experiencia del sistema inmunológico. Estos Aminoácidos funcionan igual que las veintiséis letras del alfabeto. Cuando ellos entran en contacto con un germen, ellos almacenan las características de ese germen en particular cambiando la secuencia de los aminoácidos.

Los factores de transferencia son la inteligencia del sistema inmunológico. Ellos son vitales en el desarrollo de estrategias del sistema inmunológico en contra de la enfermedad y los gérmenes invasores. Los factores de transferencia almacenan "fotografías químicas" de virus, bacterias, hongos y parásitos.
Esta información es transferida a varias células de "combate" dentro del sistema inmunológico que combatirán al "enemigo". La batalla en contra de la enfermedad es una carrera entre las células inmunes y los invasores. si los gérmenes ganan, usted se enfermará o aun peor morirá. cuando las células inmunes ganan la carrera, usted permanecerá bien de salud.

Los factores de transferencia también movilizan a las células "asesinas naturales" (Natural Killer) y las dirigen a pelear contra las células cancerosas. Además ciertos componentes de los factores de transferencia modulan al sistema inmunológico para mantener el sistema inmune sin atacar el cuerpo y provocar enfermedades autoinmunes, tales como Artritis Reumatoide, Lupus, Diabetes, y otros numerosos padecimientos.
Los factores de transferencia educan nuestro sistema inmunológico acerca de los gérmenes antes que ellos invadan el cuerpo, proveyéndolos de una ventaja sobre los invasores.
Los científicos han descubierto que ciertos animales (mamíferos) presentan una correlación exacta con los factores de transferencia humanos. Los animales que viven de alguna forma "salvaje" están más expuestos a una amplia variedad de gérmenes y tienen un sistema inmunológico más poderoso y efectivo.


Los investigadores han encontrado un medio para extraer estos factores de transferencia del calostro en la primera leche, que sirven para fortalecer el sistema inmune de los animales recién nacidos. Generalmente, los animales recién nacidos que no reciben "los factores de transferencia" de la madre mueren muy pronto después de nacer.
Cuando consumimos estos factores de transferencia, recibimos el conocimiento del poderoso sistema inmunológico de los animales. Nosotros recibimos sus inductores que permiten a nuestro sistema inmunológico generar una respuesta poderosa para el cáncer y los invasores. 

DIETA DE LA MEDICINA ORTOMOLECULAR

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